Familia y Fibromialgia
La fibromialgia es una enfermedad que, en la mayoría de las ocasiones, se hace cuesta arriba para la mayoría de las personas que la padecen, y no sólo para ellas, también para las personas cercanas que las acompañan durante el camino ya que en numerosas ocasiones no saben cómo actuar o qué puede ser de ayuda en ese momento. Muchas veces invade la sensación de soledad, incertidumbre e incomprensión, por lo que las personas que sufren esta afección en primera persona deben sentirse arropadas por sus seres queridos.
Como bien sabes, la fibromialgia causa dolor en todo el cuerpo, fatiga y otros síntomas. Por ello, es frecuente que para las personas que no padezcan esta afección no sepan cómo actuar ante los brotes que puedan producirse.
Síntomas de la fibromialgia
● Fatiga y cansancio extremo.
● Niebla mental.
● Depresión o ansiedad.
● Dolor de cabeza intenso (migrañas).
● Problemas para conciliar el sueño.
● Adormecimiento en extremidades.
Causas de la fibromialgia
Aunque a día de hoy aún no hay una causa específica por la que se produzca esta enfermedad, diversos estudios han probado que los siguientes puntos tienen relación directa con ella:
Genética: se ha demostrado que la fibromialgia puede ser hereditaria, ya que podría haber diversas mutaciones genéticas que harían más vulnerables a padecer la enfermedad a determinadas personas.
Otras afecciones: existen ciertas enfermedades que pueden desencadenar en fibromialgia o si ya la padeces, agravarla. Eventos traumáticos: ya sean físicos o emocionales, el estrés psicológico prolongado en el tiempo puede provocar esta enfermedad. El apoyo de la familia, amigos o hijos es un pilar fundamental para las personas fibromiálgicas, por lo que en este artículo quiero daros algunos consejos sobre cómo ayudarlas:
La empatía y comprensión son dos factores esenciales a la hora de ayudar a una persona con fibromialgia. Para ello, es fundamental que conozcas bien en qué consiste la enfermedad, cuáles son sus síntomas y cómo puede afectar emocionalmente.
Externalizar la enfermedad
Anima a la persona a que muestre sus sentimientos, cómo se siente, cuál es la dolencia que tiene en ese momento.
La escucha activa en estas situaciones provoca que no haya un sentimiento de soledad e incomprensión.
No forzar
Cuando una persona tiene una dolencia, siempre tendemos a hacer todo lo posible para que esté bien, es lógico y normal. Pero no debemos forzarla a que se encuentre bien o intente actuar con normalidad cuando esa persona realmente no tiene ganas ni fuerzas. Como decíamos anteriormente, debe existir empatía y comprensión.
En reuniones familiar evitemos hablar de la enfermedad
El tema principal de conversación o la forma de actuar no debe girar en torno a la enfermedad. Es positivo hablar sobre temas cotidianos, anécdotas, planes de futuro, etc. De esta forma no recrearemos el dolor una y otra vez.
Promover actividades
en familia
Es bien sabido que realizar actividades como por ejemplo el deporte, ayuda a reducir los síntomas de esta enfermedad y conciliar más fácilmente el sueño por las noches. Actividades como esta, ayudará a la persona que la padece a estar activa y además servirá para estrechar lazos afectivos.
La buena alimentación
Cuando una persona padece una enfermedad es más importante que nunca que se siga una dieta rica mucho más específica y rica en nutrientes, ya que es muy frecuente que haya una deficiencia de yodo, hierro, vitamina D, zinc, magnesio, selenio y calcio.
Esperamos que este haya sido de gran ayuda. En nuestras otras novedades encontrarás temas de interés para su salud y bienestar.