Mes: octubre 2022

Método PONSETI para corrección del pie equino varo

El Método Ponseti es una forma de manipular y enyesar además de evitar y tratar las recidivas. Un pie zambo en un niño que no tiene ningún otro defecto físico puede corregirse en unos dos meses mediante manipulaciones y enyesados sin necesidad de cirugía mayor. Después de hacer un estudio anatómico exhaustivo, en 1948, el Dr. Ignacio Ponseti comienza a aplicar su método de enyesado para tratar el pie zambo. Con cada yeso va corrigiendo la posición del pie. Para acortar la duración del periodo de enyesado y corregir el último componente del pie zambo, el equino, realiza una tenotomía percutánea del tendón de Aquiles. Los resultados alcanzan una tasa de corrección del 96%.

El Pie Equino Varo Congénito es idiopático en la mayoría de los casos, es decir que su causa es desconocida y se presenta en niños por lo demás sanos al nacimiento. No obstante, hay casos asociados a enfermedades neuromusculares y genéticas que implican mayor severidad y dificultad para su manejo. 

 

 

 

La persistencia de las deformidades en niños no tratados o que no reciben el manejo adecuado, limita de manera importante la marcha, el uso de calzado y la capacidad funcional para desenvolverse en las actividades diarias.

Los pacientes podrían presentar dolor al caminar, lesiones por presión en áreas de los pies que no están diseñadas para el apoyo y además el aspecto anormal de los pies predispondría a una baja autoestima. 

El procedimiento permite corregir esta compleja deformidad de manera precoz, delicada, sin cirugías mayores y con gran eficacia, por lo que hoy en día es el estándar de oro para el manejo en la mayor parte del mundo.

 

Debe ser realizada idealmente por un Ortopedista Infantil entrenado en el método de Ponseti. Se realizan manipulaciones delicadas e inmovilizaciones en yesos una o dos veces por semana, con lo que se corregirán de forma progresiva los diferentes componentes de la deformidad. En promedio se requieren de 4 a 8 sesiones en los casos idiopáticos, pero podrían ser más en pacientes mayores o con otras enfermedades asociadas.

 

Una vez que los pies están preparados, en la mayoría de los casos se requiere realizar una Tenotomía Percutánea del Aquiles que es un procedimiento menor y ambulatorio para alargar este tendón y finalizar la corrección del componente equino.

 

El paciente es inmovilizado en un yeso durante 3 a 4 semanas, luego de lo cual se inicia el uso de una férula de abducción de forma permanente durante 4 meses y posteriormente durante las horas de sueño hasta los 5 años de edad para disminuir la posibilidad de que reaparezcan las deformidades.

 

 

¿En qué consiste?

El método Ponseti se divide en tres fases:
 
Fase 1:Colocación de yesos correctores semanales
Cada semana se colocará un yeso en el pie zambo para que vaya corrigiendo.
 
Fase 2: Microincisión ambulatoria
Una vez obtenida la corrección máxima con los yesos de la fase previa, en la mayoría de los casos, también es necesario realizar un pequeño corte en el tendón de Aquiles.
 
Fase 3: Férula y seguimiento
A las tres semanas, se retira el último yeso de la fase anterior y entramos en la última etapa del tratamiento. Por último, se coloca una férula que mantendrá y aportará estabilidad a la corrección alcanzada con los yesos.
 
¿Se necesita alguna preparación especial?

No se necesita ninguna preparación especial para el método de Ponseti para corregir el pie equino varo.

 

 

Beneficios e importancia de la Técnica de Ponseti

Es una técnica delicada en la que se procura a toda costa minimizar la incomodidad o el dolor a los niños. Permite la corrección de los pies de forma rápida, sencilla y eficiente. Además, es un tratamiento de bajo costo, no deja cicatrices grandes y los resultados a largo plazo son excelentes en la mayoría de los pacientes.

 

Es el método ideal para obtener pies plantígrados y funcionales, es decir que se puedan apoyar apropiadamente en la superficie plantar, con buena elasticidad y movilidad, sin dolor y con la posibilidad de utilizar calzado convencional de forma perdurable.

 

 

El Pie Equino Varo Congénito es una enfermedad frecuente y altamente incapacitante en pies no tratados o que reciben un manejo inadecuado. La Técnica de Ponseti ha supuesto un cambio monumental en la historia de nuestros pacientes, permitiendo lograr los mejores resultados posibles a nivel funcional y estético, además del gran impacto social que ha significado al ser una técnica de bajo costo que requiere elementos disponibles y de fácil adquisición.

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¿Quién lo necesita?

Bebés recién nacidos y niños pequeños que hayan sido diagnosticados por un especialista. En nuestros cent de ortopedia y rehabilitación Ortovital IPS contamos con expertos en método ponseti y especialistas en ortopedia infantil para cada caso.

 

Resultados

La tasa de éxito en la corrección del Pie Equinovaro es del 97%, sin embargo, influye los cuidados que tengan los padres con los niños, ya que el especialista indica qué prácticas puede realizar y cuáles no, ya que a los 4 años de edad se deja de utilizar algún tipo de prótesis.

¿Artritis es lo mismo que Artrosis?

¿Hinchazón, rigidez o dolor de las articulaciones?

Comparten síntomas, pero los orígenes son distintos, a pesar de lo que la gente cree, no son la misma enfermedad. A continuación, y en Ortovital te contaremos las diferencias y similitudes de las mismas.

Comencemos a investigar un poco más sobre estas enfermedades que afectan las articulaciones. Podemos decir entonces que, tanto la artrosis como la artritis son enfermedades reumáticas ¿Qué significa eso? Son patologías musculoesqueléticas en las que se ve afectado el tejido conectivo. 

 

¿Qué hay de las causas?
La 
artrosis es una enfermedad crónica no autoinmune degenerativa que puede aparecer entre los 40 y los 60 años, producto del degaste del cartílago, es decir, la membrana que hay entre los huesos. Pero, ¡Tenemos buenas noticias! Si bien se trata de una enfermedad crónica e irreversible, también es curable.

 

¿Síntomas?
Los huesos rozan entre sí, provocando dolor y rigidez. El dolor empeora con el movimiento.  Si bien anteriormente, destacamos una franja de edad, esto puede variar en edades más tempranas, como en los deportistas profesionales, personas con obesidad, etc.

En cambio, en la artritis, la zona repercutida es la membrana sinovial, una capa de tejido que recubre la capsula articular y envuelve las articulaciones.  El principal síntoma de esta enfermedad es la inflamación causando la rigidez, pero también hay otros menos comunes relacionados a la articulación como fiebre, malestar, inapetencia y/o pérdida de peso.  

 

El reposo aumenta el dolor.  Las causas pueden ser diversas: Traumatismos, infecciones (casos temporales), autoinmunes (Artritis reumatoide o psoriásica) o incluso el estrés y el tabaquismo. Puede ser o no crónica, y frecuentemente se lo asocia a otras enfermedades, como por ej., la gota. No hay límites para la aparición.

Entonces, como decíamos más arriba ambas enfermedades se presentan con dolor, rigidez e hinchazón, pero existen algunas diferencias, te hacemos un breve resumen:

La duración de la rigidez al levantarse por la mañana, en el caso de la artrosis, dura unos minutos, mientras que en la artritis dura por lo menos una hora después de levantarse.

El dolor de la artrosis es mecánico, es decir, que molesta más al moverse, mientras que, en el caso de la artritis, el dolor empeora con el reposo.

La artrosis provoca dolor en las zonas afectadas y suele estar más localizado, sobre todo en zonas más propensas al desgaste, como la columna, las caderas, las rodillas, y /o en los dedos. En cambio, en la artritis el dolor es más generalizado, aunque se siente más en las zonas más móviles, como manos y pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas. Suele aparecer primero en las articulaciones más pequeñas.

Hay síntomas que solo aparecen en caso de artritis, como fiebre ligera, hormigueos, enrojecimiento, malestar y/o cansancio. El caso de la artrosis, se manifiesta como entumecimiento o crujidos en los huesos al moverse. Además, en la artritis, los síntomas suelen evolucionar en forma de brotes sintomáticos, mientras que la artrosis los síntomas son más lineales.

Al realizar un diagnóstico, también se presentan diferencias, mientras que en muchos casos con hacer una prueba de imagen alcanza (radiografía, ecografía, etc.) para aproximarse a un diagnóstico de artrosis, en el caso de la artritis es más complejo y se necesitan pruebas adicionales, como análisis de sangre o del líquido sinovial.

Aunque la artrosis es una enfermedad degenerativa que no tiene cura, sí se pueden atenuar los síntomas con fármacos analgésicos, como el paracetamol, y antiinflamatorios, como el ibuprofeno. En el caso de la artritis, dependerá del origen de esta.

En ambos casos, una vez diagnosticada la enfermedad, se recomienda:

– Evitar la obesidad y el sobrepeso.

– Hacer regularmente ejercicio suave para fortalecer las articulaciones y el cartílago, para fortalecer la musculatura y mejorar la movilidad y, sobre todo, el estado de ánimo. Ejercicios como la natación, el Tai chi y el yoga son muy beneficiosos.

– Un diagnóstico prematuro de ambas enfermedades permitirá ralentizarlas y que el paciente gane en calidad de vida.

 

Recuerda que debes siempre tratarte con un especialista. No te automediques y sigue las recomendaciones.

 

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¿En que posición debemos dormir cuando nos duele el hombro?

La tensión y el estrés causan dolores cotidianos que suelen estar relacionados entre sí, y quizá no tengas idea. Si al dormir lo haces en una postura incorrecta, entonces lo más seguro es que agraves tus molestias de hombro o cuello, por ejemplo.

Las posturas que adquirimos durante la noche pueden llevar a estresar alguna estructura anatómica.

La patología de inestabilidad del hombro (por ejemplo, tras episodios de luxación), constituyen una situación especialmente sensible a esta disposición alternativa de las palancas óseas.

A los pacientes que recientemente han sufrido lesiones de este tipo, los primeros días deben intentar descansar sobre el lado del hombro sano, dejando el brazo del lado de la luxación arriba, pegado al lateral del tronco.

Y, desde esta posición, al principio deben dejar el codo extendido quedando la mano como si estuviese metida en el bolsillo del pantalón, y más adelante dejen flexionado el codo como si llevasen colocado un cabestrillo.

Evita dormir del lado del hombro que te duele. Lo mejor es que duermas de espaldas. Si quisieras dormir del lado del hombro que no te duele, otra opción es colocar una almohada desde tu pecho hasta tu cara, de manera que abraces el resto la almohada con tu brazo.

 

En etapas posteriores, dormir sobre el lado del hombro lesionado ya será posible.