Cuando se trata de la artrosis en la cadera, el síntoma principal que enfrentas es el dolor. Este dolor puede hacerse sentir principalmente en la zona de la ingle. A veces, este dolor puede extenderse más allá, causando molestias en la parte frontal del muslo e incluso alcanzar la rodilla. Además, es posible que sientas incomodidad en la nalga también.
Sabemos que enfrentar la artrosis de cadera es una experiencia que dura toda la vida. Esta condición crónica tiende a desarrollarse lentamente a lo largo de los años Para muchos pacientes, la artrosis de cadera puede afectar significativamente sus actividades diarias más que cuando la artrosis afecta otras articulaciones menos importantes.
Estos surgen a raíz de lesiones o enfermedades previas que no se han curado adecuadamente, como una luxación o lesiones mal tratadas.
Estas circunstancias conducen a luxaciones y otros daños de tipo vascular que pueden resultar en artrosis de cadera. Un ejemplo destacado es la enfermedad de Perthes, que implica la deformidad de la cabeza femoral y la artrosis debido a insuficiencia vascular.
Se refieren a anomalías en el desarrollo fetal, como la displasia de cadera, o a trastornos del crecimiento, como la enfermedad de Perthes en niños.
Puede ser causado por condiciones como la dismetría o la diferencia en la longitud de los miembros inferiores, lo que afecta la distribución del peso y la carga sobre la cadera.
El proceso de diagnóstico comienza con una entrevista detallada entre el médico y el paciente, donde se exploran los síntomas y sus particularidades. Luego, se lleva a cabo un examen minucioso de la articulación de la cadera para evaluar su movilidad y detectar posibles signos de artrosis.
A través de esta exploración, el médico puede determinar el grado de artrosis presente. Para confirmar el diagnóstico, se realiza una radiografía de la cadera. Esta imagen revela los cambios característicos asociados con la artrosis en la articulación, permitiendo al médico establecer un pronóstico sobre la gravedad de la condición, en función del grado de desgaste observado en la cadera.
Es crucial que los pacientes con sobrepeso consideren una dieta diseñada para reducir el peso y así disminuir la presión sobre la articulación. En ciertos casos, el uso de un bastón puede proporcionar un alivio significativo del dolor en la articulación y mejorar la movilidad.
Como último recurso, la cirugía de reemplazo de cadera puede ser una opción. Se recomienda especialmente para aquellos con artrosis avanzada que experimentan limitaciones graves en la movilidad y en las actividades diarias.
Durante la cirugía, se reemplaza la articulación dañada por una prótesis de cadera. Después de un programa de rehabilitación, muchos pacientes experimentan una mejoría notable, pudiendo recuperar una vida activa y libre de síntomas.
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